Entretenimiento a un paso del mas allá

9 de noviembre de 2011

Mi Tijuana es (Memoria 2005)

 Pequeño escrito del 2005 sobre la memoria de tijuana.
Mi tijuana es

Saber de memoria los baches y los lugares con perros atropellados;
esquivar a las motos de los pizzeros que no respetan altos de disco;
decir adiós a los altísimos travestis nocturnos de la calle primera;
ir a bailar a las pulgas, a la sexta, o ya de perdis al terrenazo;

subir a un elevador que de pronto se detendrá en cualesquier piso;
ver pasar a un narco en su carro con los vidrios polarizados;
encontrar a una parejita de colegiales que se fueron de pinta al cine;

topar con un limpia ventanillas con los brazos picados de heroína;
encontrar a dos monjas que parecen volar rumbo al orfanatorio;
admirar a las miles de mujeres que son explotadas en las maquilas.

ver pasar a los universitarios que no leen libros sino puras fotocopias;
dar una vuelta por los swap meets que brotan los fines de semana;
observar a los turistas que miran embobados los letreros en espanglish;

mirar a los discapacitados tratando de subir la banqueta o el camión;
ver intelectuales e investigadores que tratan de no ensuciarse de vida;
darse cuenta que bibliotecas y librerías siempre están abandonadas;

aceptar que es más real una cebra de la revu que un discurso político;
comprobar que los migrantes no son solamente una estadística más;
sentarse en la central camionera y mirar la incontable llegada de personas;

darle carrilla a las personas más inocentes como una muestra de cariño.
escuchar una banda ruidosa mientras comes taquitos de mariscos;
ir al cecut y a la casa de la cultura pa gorriar los vinos baratos;

aguantar a las doñas estacionadas en doble fila afuera del kínder;
soportar la frialdad de los dependientes en las tiendas oxxos;
comer chop suey y arroz con camarón donde no comen los chinos;

tomar cerveza fría y barata en las cantinas de la zona norte;
ir a la plaza río creyendo que es un shopping mall de san diego;
leer en el periódico que ya están disminuyendo las ejecuciones;

burlarse de las agrupaciones defensoras de la imagen tijuanense;
mirar a una mujer que fácil podría ser reina de la belleza mundial.
escuchar a cientos de hombres que platican con nadie por el celular;

admirar a los monos mofleros, las mejores esculturas de la ciudad;
tratar de contar cuántas farmacias y oxxos hay en tu camino diario;
encontrar un estacionamiento que sea más seguro y más barato;

ser paciente en las colas para pagar la tenencia, la luz y el teléfono;
estar muy al pendiente con los mexicanos que traen placas de california;
cuidarse de no atropellar a nadie por la extraña avenida internacional;

ir a comer a un restaurante exótico donde te recibe el valet parking;
saludar a las morritas que caminan por las avenidas del sol norteño
platicar con el cantinero que ya sabe de antemano lo que vas a beber;

saludar a las morritas que caminan por las avenidas del sol norteño.
recorrer en taxi desde playas hasta el maclovio rojas,
de la gloria a la líber parte alta, de otay city a la 3 de octubre;

escuchar las conversaciones en las calafias rumbo a la morita,
oir las rolas norteñas en las burras y las esquinas del centro;
agarrar cura con los hijos de la mañana y los discursos políticos;

aspirar los aromas del mercado hidalgo y las calles de la coahuila;
pedir agua de garrafón y los mejores tacos de asada del barrio;
sufrir la vía rápida, el centro y sus semáforos descoordinados;

saber que en el espejo retrovisor aparecerá de pronto una patrulla;
tirarles piropos a las muchachas de labios de un rojo encendido.
escuchar de lejos a los artistas que se revuelcan en su hedonismo;

consolarse yendo al parque morelos porque no puedes ir al balboa;
buscar en dónde estudian los chinos migrantes que hay en la ciudad;
pistiar en una terraza de playas porque no puedes ir a la jolla;

localizar el motel de paso con el nombre más barato y atractivo;
comprar cidís en mix up porque no tienes pasaporte para ir a la tower;
esperar que no te toque ser una víctima más del secuestro express;

visitar a los amigos con la esperanza de que estén en su casa;
comprar cidís de baby batiz, los moonlights y los rockin’ devils
y gritar a los cuatro puntos cardinales: ¿en dónde estás, ginny silva?"

roberto castillo udiarte - 2005

johnytecate@hotmail.com
http://lifetijuana.blogspot.com/
imagen por: http://www.flickr.com/photos/nathangibbs/90536494/

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